Javier Solís, director corporativo del Valencia, y portavoz

“Para el Valencia es un orgullo ver tantos jugadores jóvenes y formados en casa en el primer equipo”. Las palabras de Javier Solís en la previa cobres el Betis han traído cola, aunque sinceramente no le veo el recorrido. Lo que quiere decir, y de hecho lo que dice, está muy claro, porque si pretendemos que de forma pública él, o quién sea, ponga a parir al dueño, es que no entendemos de qué va la vida. No justifico nada, pero no veo a ninguno de nosotros decirla nuestro jefe en su cara, o ante los medios de comunicación, que es muy burro, aunque efectivamente lo sea.

Ser Solís ahora mismo en el Valencia es un marrón, pero bien gordo. Porque llevas 14 años en el club, y cuando te dan un cargo de la leche, el contexto no puede ser más marciano. Y encima te toca salir a torear, y no siempre, en plazas que sabes que no triunfas ni aunque lo hagas rematadamente bien. Salir a hablar antes de cada partido siempre implica que haya mucha gente con la escopeta cargada. Si ganamos todo pasa a un segundo plano, pero si perdemos, se magnifica hasta la máxima potencia posible... o un poco más.

No estoy justificando nada ni a nadie, que aquí somos todos mayorcitos, simplemente pongo el foco en un punto más de los muchos que hacen muy complicado al Valencia que tenemos ahora mismo. Porque encima, cuando dices estas cosas, es que vas buscando un puesto, que alguno lleva con la cantinela casi 10 años y no se cansa. A ese lo que lo dice, y al resto, les digo lo mismo que al propio Javier Solís cuando hablo con él: "en qué puedo ayudar al Valencia, porque al final, es club es lo único importante en toda esta historia".