Poner en valor el trabajo de Baraja en el Valencia

En el Valencia hay que valorar el trabajo de Rubén Baraja. Sabemos todos, el primero el propio Pipo, cómo funciona el mundo del fútbol. Si ganas eres buenos, hayas hecho lo que hayas hecho, y si pierdes eres malo, con la misma explicación.

Nadie va a cambiar ese paradigma, porque es algo que pertenece al ADN de este juego, pero si alguna vez perdemos algo de tiempo en examinar el proceso, igual nos damos cuenta de algunos pequeños detalles que son esenciales para explicar muchas situaciones, y que posiblemente sólo tengan una relevancia real con el paso del tiempo.

Si dentro de 2-3 años, Javi Guerra o Diego López, o cualquiera de los chavales que están jugando, despunta mucho más, puede ser uno de los líderes de un Valencia europeo, que es algo que volverá a pasar, que nadie lo dude, o internacional por la selección española. Y en ese proceso, Baraja, habrá tenido mucho que ver.

Pero ya no es sólo con esto, sino con la gestión integral del vestuario. Hay que ser muy valiente para decirles a los jugadores que no cuentan que se vayan, y además dando las razones a la cara, y diciendo al club “no los quiero, y si no viene nadie, tiro de los chiquillos”. Y hacerlo.

Que luego el éxito se marque sólo en partidos ganados es algo injusto e incompleto, pero es el fútbol, sin entrar en más detalles porque realmente no hace falta hacerlo. Lo que está haciendo el Pipo es muy grande, y lo será más con el paso de los años. Y ojalá que este maldito juego del balón le permita disfrutar de todo esto en plenitud.