El discurso de Baraja es lo mejor que le puede pasar al Valencia de hoy

El mensaje del entrenador es perfecto, porque es el que toca, y que haya voces discordantes me parece perfecto, aunque aquí hay que basarse en la realidad

Toni Hernández | 20 SEPT. 2023 | 00:01
Rubén Baraja

"Claro que me gustaría otro Valenciapero tengo dos opciones: rendirme o echarle lo que hay que echarle. Y es que no podemos vender Europa a los aficionados porque no nos dará”. Cuando Rubén Baraja habla del Valencia, los demás, o al menos yo, escuchamos atentamente. Lo digo de forma contundente porque el Pipo ya empieza a ser señalado por algún sector, muy minoritario e identificado, porque no no expresa de forma pública lo que ellos quieren que cuente, y eso provoca que le señalan como “cómplice necesario”.

Que algunos han perdido la cabeza en el entorno del este club no es nada nuevo, pero como todo en la vida, hay líneas rojas que, por muy “pallá” que puedas estar, no puedes traspasar de ninguna de las maneras. El Valencia tiene la plantilla que tiene, y el coste de plantilla que tiene.

Y son dos cosas muy distintas, pero mucho, porque es posible que estemos en mitad de tabla en cuanto a gasto, pero hay algunas cosas que te lastran, que es evidente que te condicionan, y que hacen que tu plantilla ahora mismo sea la que es, más allá de que el dueño decidiera por sus bemoles que no se fichaba a nadie más cuando se podía por Fair Play Financiero, y se necesitaba a todas las luces por las carencias obvias que tenemos. Hablaremos de eso más adelante, porque es un tema delicado, pero volviendo al discurso de Baraja, ni puede ser más sincero ni puede ser más directo.

Para él sería más fácil hablar de Europa, o tirarla larga con el “veremos cómo va la competición”. Pero sabe que estos chicos necesitan calma, que la presión que tienen con jugar en este club ya es más que suficiente, y que si nos ponemos a hablar de cosas que se nos quedan muy lejos va a ser un problema añadido. Lo que no me entra en la cabeza es que eso no se entienda por un lado, y que se use para atacar al entrenador por otro. Es todo muy bizarro, no cabe duda de ello.