Soluciones para un problema cantado en el Valencia

El Valencia ha encajado cuatro goles en las primeras cuatro jornadas, se trata de una media de un tanto por partido que teniendo en cuenta la falta de pegada arriba debería reducirse para no tener problemas a final de temporada. Desde su llegada Baraja cambió por completo la filosofía del equipo y apostó por un estilo construido desde la solidez. Es su idea, un equipo que pueda ser dominador durante muchos minutos pero sobre todo que se mantenga constante durante los 90 minutos.

El problema del Valencia vuelven a ser las desconexiones, momentos de partido en los que llegan los despistes y el equipo tira por la borda el trabajo del resto del partido. Cenk ha sido el blanco de las críticas, el turco no ha estado bien y se ha mostrado como un central poco contundente. Ahora se especula con la posible entrada de Mosquera en el once pero a la zaga le sigue faltando experiencia.

Con Paulista lejos de su mejor nivel y desaparecido por las lesiones frecuentes, reforzar la defensa debería haber sido una de las prioridades y no se hizo. El trabajo diario en Paterna sigue centrado en reforzar mecanismos con el objetivo de minimizar riesgos, pero para poder competir hay que dejar atrás los errores individuales que terminan costando goles o penaltis en contra.