La voluntad de Peter Lim en los fichajes del Valencia
Sin la ayuda del máximo accionista estamos condenados, ahora y siempre, pero es que esto no tiene ya ningún sentido
Si Peter Lim no quiere, el Valencia no va a fichar. Ni ahora ni nunca mientras él sea el máximo accionista. Lo mismo que cuando él quiso, nos gastamos 40 millones de euros en Gonçalo Guedes, en lo que ahora un lejanísimo verano de 2018. En apenas 5 años parecemos otro club, otro deporte, y en muchas cosas, hasta otro planeta.
Lo que él quiera hacer con su empresa será lo que suceda, y podemos cabrearnos mucho, pero no querer invertir no es delito, aunque pueda ser un pecado mortal deportivo, pero eso no está tipificado en ningún código penal ni civil.
No entiendo nada de lo que sucede desde hace años, y no sólo top, es evidente que la gente de aquí tampoco, pero ellos se llevan los palos de todos porque los tenemos a mano, y Lim sigue a 12.000 kilómetros de distancia en su casa, tranquilo y sin más agobio existencial, al menos en apariencia, que las fluctuaciones de la bolsa. Antes pensaba que podía haber alguien que le hiciera entrar en razón, y ese alguien era Layhoon Chan, cuyo papel en este Valencia me tiene completamente descolocado, porque son casi 3 meses desde el fin de la temporada pasada, con varias semanas en Singapur, y sin apariciones públicas de ninguna clase.
Entiendo que eso va a dar un giro en los próximos días, pero tampoco tengo claro hacia dónde, que es lo que más me preocupa en este momento. Pienso en Baraja, mucho, todos los días, y en lo injusto que se está siendo con él y con su trabajo por parte de la propiedad. Y no me quito de la cabeza que me aferro al Pipo como la única esperanza de no repetir el desastre del año pasado, que él evitó que fuera una tragedia completa.