El trabajo de Baraja en el Valencia merece los fichajes que tocan

El Valencia de Lim debe darle fichajes a Baraja. El trabajo del Pipo, que está siendo menospreciado casi antes de empezar por ciertos sectores, y aún no tengo claro a santo de qué, está siendo bueno, muy bueno. Por muchas cosas, unas relaciones directamente con la parte deportiva, otras menos, pero con igual trascendencia en el día a día de un equipo de fútbol.

Rubén está callado, lo que no equivale a estar contento, porque es obvio que el equipo necesita fichajes, que la operación salida va demasiado lenta, y que cuestiones como la de Yunus, más allá del dinero que no hemos ingresado, se está empezando a convertir en un problema de mayores magnitudes.

Se le afean demasiadas cosas, insisto, no entiendo la razón, pero él, lejos de poner malas caras o prenderle fuego a todo, sigue con su calma, la de toda la vida, esa que ponía en valor hace unos días Javi Guerra. Y seguirá así, porque primero es su carácter, y segundo, tiene muy clara la hoja de ruta que se debe seguir, los tiempos y las maneras, y lo que viene a continuación de cada paso que se dé, o que no se dé.

Ya sé que algunos dirán que todo esto viene a cuento de que es mi amigo, que eso siempre va a ir por delante, pero cuando las cosas se hacen bien, y además se ve, ya puedes tocar misa con órgano, que eso no lo cambia nadie. Le deben traer fichajes, le deben hacer un equipo mejor, le deben hacer caso en definitiva.

Lo que se le hizo antes a otros entrenadores es feo, muy feo, algo impropio de un club como el nuestro. Pero que a Baraja se le hiciera lo mismo, incluso aunque fuera menos, sería la mayor traición que he visto en el Valencia, y puedo asegurar que ante mis ojos he visto pasar de todo.