La refundación del Valencia: eso jamás sería el Valencia

Nuestro club sólo es uno, el que nació en el Bar Torino, y si hubiera otra cosa no sería el Valencia, para nada en absoluto

Toni Hernández | 07 MAY. 2023 | 00:01
Bar Torino

Refundar el Valencia no es ninguna opción, porque sería fundar otro club que no sería el nuestro, el del Bar Torino, el de 1919, el de todos los que lo han hecho grande a lo largo de 104 años de historia, el de nuestros abuelos y nuestros padres. En esto puede ser en lo único que soy intransigente, porque eso de refundar el club me parece una barbaridad de un punto descomunal.

Es como esos niños pera que, cuando no ganan, quitan todas las fichas de la partida y vuelven a empezar hasta que puedan ganar. No saben luchar por lo suyo, sobreponerse a la adversidad, sufrir, llorar, querer algo hasta que te duela, porque forma parte de tu vida. Eso de querer montar otro club es muy libre, yo mismo lo he hecho, fíjate si lo tengo claro, pero no sería el Valencia, sería otra cosa muy distinta.

Y desde luego, aunque me quedara el último enarbolando la bandera, y estoy seguro que no lo sería, este club siempre seguirá vivo, porque es su gente, como si no viéramos lo que está pasando en los últimos meses, como si no lo quisiéramos ver. Que Lim sea nefasto, el enemigo, el demonio o lo que sea que queramos llamarle, no es discutible para nada en absoluto.

Pero eso no significa que todo valga, que haya que llevarse el Valencia por delante para tener razón, o para poder mandar sin poner ni uno, que sigue siendo el sueño húmedo de muchos en esta ciudad. ¿Quieres fundar otro club? Adelante, es fácil hacerlo, y si tienes dinero y gestores, hasta puedes tener éxito.

Pero el Valencia no se toca, no se roza, y jugar a estas cosas debería ser mirado con la peor cara del mundo, porque no tiene ningún sentido. Se le falta al respeto, entre otros muchos, a mi padre, que luchó por este club con los pases de 10 años, haciendo socios a sus hijos, manteniendo viva la llama y dando el testigo del legado. No, en absoluto, de ninguna manera. No lo pienso consentir.