La renovación de Rubén Baraja como entrenador del Valencia

¿El Valencia piensa renovar a Rubén Baraja? Es un melón que yo quiero abrir por muchas cosas, pero especialmente porque considero, y que me perdone quien no piense igual, que a finales de marzo, un equipo debe tener muy claro su entrenador para el año que viene. Porque si eso no se da, nos estamos pegando de nuevo un tiro en los pies, y el problema es que ya no nos caben más balas, que hemos ocupado todo el espacio.

No habla el amigo de Rubén, que si por mí fuera ya lo estaría, sino un periodista con unos años de cuarteles, que antes de eso es valencianista, y que no quiere sufrir más con su equipo. O no más de lo que es necesario, que ahora mismo mataba por otra tanda de penaltis en Milán y volverla a perder. No entro en si el trabajo del Pipo es bueno o malo, tengo mi propia opinión sobre ello y tampoco se trata de debatir sobre esa cuestión. Yo pregunto por la intención del club, por el plan, por la idea en los distintos escenarios.

No contemplo, mi cabeza no da de sí y mira que tiene capacidad, para entender un escenario en el que el equipo se salve y Baraja no siga, por ejemplo. Incluso si bajáramos, por su experiencia y conocimiento de la categoría. No, no hablo de todo eso. Hablo de Peter Lim, de Mendes y hasta de Corona, de lo que tienen en mente, de si vamos a asistir a otro sainete como el de Bordalás, porque Nuno ya está fichado, o si de verdad queremos construir un proyecto en torno al Pipo. O incluso si hay una tercera una opción al margen de estas dos.

Simplemente reclamo decisiones, intenciones, hojas de ruta, planificación deportiva en un equipo de fútbol profesional de primera nivel. Es decir, nada más que lo normal, los mínimos que son exigibles y que se deben exigir. Y me gustaría que el Valencia, que mi Valencia, me diera respuesta a todas esas preguntas, que son esenciales y para nada deben ser secretas.