Caretas destapadas sobre la venta del Valencia
Que cada uno asuma de forma público su papel y su favorito de hace nueve años, ayudar no ayuda, pero hace más fácil comprender cosas

Que todo el mundo se quite la careta sobre el proceso de venta del Valencia me parece muy sano y recomendable. Pero que se las quiten de verdad, no simplemente de cara a la galería, porque eso no va a valer para nada. Manolo Llorente dijo bien claro que él iba con Cerberus, y contó sus excelencias en la SER (omitió las pegas, claro), y no se anduvo con medias tintas, porque eso sería faltarnos al respeto a todos.
He criticado mucho a Manolo, y lo que pienso sobre él lo mantengo, pero al mismo tiempo tengo que aplaudirle esa sinceridad, que es algo que debería abundar más. Hay que quien le pide a Salvo que salga y haga lo mismo.
Y quien suscribe piensa que no es necesario, porque Amadeo era el que se vio entre la espada y la pared, el que eligió de alguna manera, pero siempre con la sartén en manos de otro, y escogió, bien la mejor opción, bien la menos mala, porque cuando hablamos de las cosas sin ponerle contexto, creo, nos estamos equivocando. A partir de ahí, sigo queriendo ver el contrato, el completo, y cuando escucho a Mateo Castellá, un tipo sensato y buen valencianista, que votó que no a la venta, mucho más aún.
Y que se diga abiertamente que los políticos tuvieron un papel capital me parece también absolutamente necesario, para recordar a todos los que les siguen invocando, que cuanto más lejos del Valencia, mejor. Aunque de todos modos, y siendo esto importante, seguimos como estábamos, porque nadie aporta la solución, la que de verdad nos saca del problema, la que pondría fin a esta pesadilla. Se llama dinero, o mucho dinero, y la seguimos esperando como agua de mayo… aunque mucho me temo que no vendrá de nadie que sea de aquí.