Un nuevo estilo en el Valencia pero con deficiencias
La puesta en escena del Valencia de Baraja no tiene nada que ver con la vista en la etapa Gattuso, pero la propuesta no es para nada infalible
La teoría de la manta es un mantra utilizado frecuentemente en el mundo del fútbol, aquello de que con pocos riesgos es difícil crear peligro y al contrario las opciones de ser sorprendido son numerosas; taparse la cabeza o elegir los pies. Esta graciosa y simple metáfora puede ser utilizada para comparar el fútbol que proponía Gattuso y las armas que actualmente utiliza el Valencia de Baraja. El gran problema es que esta plantilla no da para ser realmente competitivo con una opción u otra, y en el Metropolitano ya se vio que lo que funcionó en cierta manera en el Camp Nou no garantizaba el éxito ante un equipo tan directo y peligroso como el Atlético.
Dejando al margen la mala actuación ante el Atlético, lo que es indiscutible es que el equipo se siente mucho más seguro con las líneas más juntas, ejerciendo menor presión arriba y con una salida de balón mixta; hay ocasiones en las que no se puede abusar de la pelota jugada desde atrás y en la época Gattuso estos riesgos provocaron errores groseros partido tras partido.
El Valenca también ha mejorado en las marcas, es más contundente en defensa y no le crean tanto peligro en el balón parado en contra. El punto más preocupante es la falta de gol, desde que llegó Baraja el Valencia solo ha sido capaz de marcar dos goles, eso sí, dos tantos que valieron seis puntos. Lejos de Mestalla continúa la sequía y sin ellos la permanencia será muy complicada.