Rubén Baraja, entrenador del Valencia

Es feliz con la presión y trabajando para el equipo de su vida, haciendo que las cosas sean simplemente normales, nada más

Toni Hernández | 14 MAR. 2023 | 00:02
Rubén Baraja

Rubén Baraja es mi amigo, por encima de todo, y eso no va a cambiar nunca. Hablo con él todas las semanas, pero sin dar el coñazo que no está la cosa para eso. Sólo le digo que pida lo que necesite, que está aquí el valencianismo y Mestalla para no fallar nunca. Lo único que siempre dice es unión, de todos. Está disfrutando de cada día como un regalo, y eso que el contexto para venir no podía ser peor, pero cuando uno cumple el sueño de su vida, eso poco importa.

Sabe la responsabilidad que tiene sobre los hombros, que no puede fallar, que ciento de miles de personas sólo confían en él. Y como ha hecho toda la vida con esa tipo de contextos, lo ha vuelto con un papel especial, se lo ha guardado en el bolsillo, y ha tirado adelante. Durante días dijo que lo primero era desdramatizar, y tenía razón. Insistió en que “su Mestalla” estuviera con el equipo, y ha dicho hasta la saciedad que se confíe en el trabajo de todos.

No le he escuchado una sola queja, ni de los árbitros, y quizá eso sea una de las cosas más importantes a desacatar. Tanto Rubén como Carlos Marchena han venido a trabajar, a trabajar mucho, y a trabajar bien. El domingo por la mañana le dije que a esta paso vamos a morir muy felices, pero mucho más jóvenes, y la respuesta, que me la guardo, era la de un tipo feliz por ver a la gente feliz.

No me puedo sentir más orgulloso de mi amigo, y todavía queda mucho camino por recorrer y que sufrir, pero cuando ves a alguien que lo ha sido todo, que es una leyenda del club, desvivirse por el Valencia, sólo puedes intentar ayudar. Que al final es lo que está haciendo todo el valencianismo, absolutamente todo el valencianismo.