El origen de los males societarios del Valencia y las verdades a medias

Se ha contado muchas veces, pero siempre nos faltan detalles que son clave para entenderlo todo, aunque eso ahora ya no importe

Toni Hernández | 08 MAR. 2023 | 00:02
valencia cf

El Valencia está como está por muchas cosas, muchas, y por mucha gente. Soy de los que piensa que Peter Lim simplemente es una consecuencia de todo un proceso de muchos años, y que todos, absolutamente todos, somos responsables. Hacerlo simple tampoco es justo, porque el valencianismo y el valencianista poco pudo hacer cuando se generó la ley de sociedades anónimas deportivas, y se nos llevaron por delante. Hubo dos personas, Vicente Andreu y Alberto de Miguel (qepd), que pelaron, gastando dinero de su bolsillo, para evitarlo, pero les fue imposible.

Don Arturo Tuzón no hizo bien el reparto, porque dio 1500 acciones a varias familias y personas a cambio de votarle en las juntas durante varios años, y aquello supuso la primera concentración de capital. Desde 1997, cuando la ampliación de capital que puso en jaque el juez Jarabo, las acciones fueron las mismas, y alrededor del club se movieron decenas de miles de euros, pero en la entidad no caía ni uno solo. Paco Roig fue claro, “comprad que será negocio”, y él lo hizo, concentrando casi el 40% que le vendió a Soler por orden de Paco Camps. De eso hace 20 años, pero la concentración de acciones se empezó a dar antes, porque vendían muchos, pero muchos, y no todas, algunas, las que les sobraban para el descuento del pase.

¿Se les puede acusar de algo? Pues no, simplemente son igual de responsables, nada más. Nos gustó vivir por encima de nuestras posibilidades, y el periodo 1999-2004 terminó, además de con la cantidad de títulos más salvaje de la historia, con el agujero más grande jamás visto, por lo que hubo que buscar, y de eso se ocuparon Manolo Llorente y Beatriz Delgado, a un elefante blanco que arreglara los problemas. Bautista Soler, no confundir con su hijo Juan, fue el elegido. Y el buen empresario, del que guardo un gran recuerdo, sólo tenía una cosa en la cabeza: el nuevo Mestalla. Lo que pasó de 2004 a 2014 es historia negra en todos los sentidos, en todos.

Porque ahí hubo navajazos, puñaladas, engaños, dinero de un lado a otro pero nunca en el Valencia, la trampa maldita del crédito de Bankia a la Fundación porque Llorente tenía miedo de Dalport… y al final, como no hubo ley Concursal, que era lo que procedía, un inversor que comprara, pagara y limpiara la mierda del trasero a mucha gente. ¿Culpables? Todos, repito, todos nosotros. Pero no para que se señale a nadie, sólo que la historia es muy larga, viene de hace más de 30 años, y han pasado muchas cosas y mucha gente. Y repito, Lim sólo es una consecuencia que nosotros hemos provocado, nada más.