Mestalla gana el primer partido del Valencia de Baraja

El Pipo Baraja volvía a su casa, a Mestalla, siendo entrenador del Valencia y teniendo que luchar por no bajar a Segunda. Nadie podía imaginar un contexto como ese, pero esto es fútbol y aquí no se pueden hacer planes. Enfrente la Real, con todo menos Silva, y viendo cómo los rivales iban sacando sus partidos. El comienzo del choque estuvo igualado, y con los locales intentando buscar el marco rival, porque aunque este año casi nos penaliza más que ayuda, había que marcar primero. Lo cierto es que ambos se tenían bastante respeto, una amarilla para cada equipo, y el duelo llegando al cuarto de hora con menos intensidad de la esperada, con Mestalla apretando, eso sí. La primera clara era suya, con un disparo de Oyrazábal que obligaba a Mamardashvili a hacer una enorme parada.

Contestaba el Valencia con dos córners seguidos sin consecuencias. En el 22, una jugada seria de los locales en ataque, y un remate de Musah entrando desde la segunda línea que se iba arriba por muy poco. Pasada la media hora el encuentro transcurría con muchas impresiones y poco control del juego, y sin ocaciones para ninguno de los dos. En el 36 se paraba el partido porque un aficionado se sentía indispuesto justo arriba del banquillo de la Real, aunque parecía no revestir gravedad. Y en el 40, llegaba el 1-0 después de una gran jugada de Lato y Lino, que hacía el pase de la muerte, y cuando Duro iba a remachar, era Zubeldia el que la acababa impulsando al fondo de la red. Se volvía loco el estadio, el Pipo y el corazón de todos. El partido era parejo, pero el tanto le venía muy bien a los hombre de Baraja. Y con ese resultado terminaba la primera parte. Y con la necesidad de hacer, por fin, un gran segundo tiempo.

La segunda parte comenzaba con el cambio de Cömert por un tocado Paulista, que no estaba al 100%. En el 46, Mamar salvaba el empate después de que la Real volviera a hacer daño a balón parado, una vez más. Y en la contra siguiente a esa jugada, transición rápida del Valencia, buena acción de Hugo Duro, y el colegiado decretaba penalti… pero el VAR le quitaba la razón, y ciertamente podría parecía que el madrileño había exagerado la caída. La Real iba a por el empate con todo, y los locales esperaban su ocasión a la contra. Y eso servía un partido de tensión máxima que exigía no cometer un error. El equipo tenía claro lo que hacer y salía pitando hacia Remito en cuanto podía, y Castillejo no conseguía el segundo de esa forma porque el portero visitante hacía una parada extraordinaria.

En el 61, después de casi 2 meses, volvía Thierry Rendall, que entraba por un cansado Castillejo. A falta de 20 minutos estaba todo muy abierto, demasiado abierto, y era el momento donde los cambios debían ser el aspecto diferencial. El choque sea metía en los últimos 15, y el Pipo daba entraba a Ilaix y a Jesús Vázquez, saliendo del campo Yunus y Lato, que no habían parado de correr. Y el hijo de Braulio no marcaba un golazo maravilloso en su primera acción porque Remiro hacía otra enorme parada. En el córner, el palo sacaba el segundo a un remate de Lino. En el 89, Cenk entraba al campo con André Almeida, buscando aguantar como fuera el resultado. El equipo peleaba con todo, y Mestalla era el jugador 12 de verdad. Pero este vez si, esta vez el fútbol fue justo. Ganamos. Sufrimos. Luchamos.