Un barco que se hunde por sus pocos argumentos futbolísticos

Una confección de plantilla nefasta y la pasividad de máximo accionista han llevado al Valencia al abismo, los argumentos futolísticos en el campo no son suficientes para creer aunque Baraja confía en un cambio de dinámica

Jose Hernández | 21 FEB. 2023 | 09:00
Baraja y Almeida

El efecto Baraja no dio resultado, mirar la tabla es terrorífico para el Valencia y apelar a lo emocional ya no sirve, ¿qué se puede hacer para salvar al barco del hundimiento?

El partido del Valencia cumplió con lo que se esperaba: un equipo con más intensidad y voluntad pero con muchos nervios, la tensión fue exagerada desde los primeros instantes y la inseguridad fue la nota dominante cara a puerta. Baraja ya avisó de que la dinámica no se iba a cambiar en pocos partidos y la permanencia llegará marcándose objetivos a largo plazo y sobre todo mejorando en pequeños detalles. Pero se repitió el guion de anteriores partidos, los plomos del Valencia se fundieron en la segunda mitad, el balón parado fue un drama tanto en ataque como en defensa y en el intercambio de golpes el conjunto blanquinegro volvió a tocar la lona, muy triste.

En el centro del campo sigue mandando la anarquía, Almeida pone algunas dosis de calidad pero es muy poco bagaje para un equipo que nunca ha sido capaz de encontrar el equilibrio. Lamentablemente no hay mucho más en la plantilla a lo que recurrir. Aspectos positivos también existieron, los centrales no se complicaron en la salida de balón y no dudaron en ser expeditivos en el corte al margen del balón parado, Diakhaby y Paulista cumplieron. El Valencia también fue un equipo más vertical, buscando la espalda de la defensa del Getafe pero lamentablemente sin precisión en el último pase y el remate. Justin Kluivert mostró mucho más compromiso que en otros encuentros, el neerlandés creó peligro en ataque y colaboró en labores defensivas, también mostró desparpajo Fran Pérez desde que salió al campo pero no fue suficiente. Hay que apoyar mientras existan opciones matemáticas de salvación pero el momento es dramático.