Querer mandar en el Valencia sin poner ni uno, algo más viejo que andar

Le damos muchas vueltas a un tema que es muy sencillo, y que ve de tener y de arriesgar, porque es la única manera de avanzar

Toni Hernández | 17 FEB. 2023 | 00:01
Mestalla

Lo de pretender mandar en el Valencia sin poner un euro es algo rancio, antiguo, que viene de muy lejos. Cuando hacemos odas al odio por el fútbol moderno, no tenemos en cuenta muchos aspectos, porque siempre se depende del estado de ánimo o de cómo vayan las cosas, pero pensar que un club del siglo XXI se puede llevar como hace 40 años, como poco, es bastante irreal.

Y el sistema no es perfecto, ni mucho menos, aunque mejor que el que había, donde tantas y tantas veces pasaba aquello de “el último que entre, que pague”, y las deudas se amontonaban año a año, hasta convertir el día a día en algo absolutamente insoportable. La conversión en SAD, del Valencia y de todos los demás menos 4, que de manera clara no cumplen la ley y adulteran la competición, vino a cambiar mucho más las cosas.

Para mal, podemos decir, o no, según la suerte, que también cuenta. Este club ha sido una casa de locos desde entonces, con mucha gente intentando aprovecharse, y otros, a costa de su dinero, metiendo la mata hasta el hígado. Pero para poder mandar, hay que rascar el bolsillo, pues claro que sí. Eso de la democratización está muy bien, pero no tiene ningún sentido cuando hay gente que ha puesto muchos millones de euros por delante, aunque repito, hayan sido, un desastre que parecía enviado por el más acérrimo enemigo del Valencia.

Se ha pedido la gestión, que los bancos presiones, que los políticos hagan lo mismo… se está yendo a fórmulas que son muy peligrosas pero que oye, a meses de elecciones siempre paran bien… Todo menos tener claro que los problemas de dinero se arreglan con dinero, y en este caso nunca público, y que si no buscamos otro inversor, vamos a estar como estamos bastante tiempo. Yo quiero a Lim fuera, porque ha dejado que esto no le interesa. Y quiero también que la alternativa no sea otra moneda al aire, que a ver si demostramos haber aprendido algo.