Las razones de Baraja para ser el entrenador del Valencia

Hay veces que las oportunidades en la vida pasan como pasan, y no puede elegir, sólo confiar a muerte en ti mismo

Toni Hernández | 16 FEB. 2023 | 00:01
Baraja y Gayà

¿Qué razones hay para que Baraja se haya convertido en el nuevo entrenador del Valencia? He leído muchas cosas en estas últimas horas, pero muchas, y de todas ellas me voy a guardar la opinión, porque casi mejor así, que uno ya no tiene cuerpo para guerras que no dan nada y no interesan a nadie. Que el sueño de Rubén, desde hace años, es entrenar al Valencia, creo que no hace falta repetirlo porque lo sabemos todos. En 2016, en aquel verano tan aberrante, estuvo muy cerca de firmar, pero finalmente lo hizo Pako Ayestarán, con los resultados que todos sabemos.

El Pipo hizo su camino en Segunda, que es una categoría muy perra, y en la que no puede presentar ningún ascenso, por ejemplo. “No es lo que necesitamos”, he leído a más de uno, y no entro en si tiene o no tiene razón, porque las opiniones son de cada uno, y no se trata de rebatir todas con las que no estés de acuerdo, algo que practicamos muy poco por estos lares, dicho sea de paso.

Hay veces en la vida que las oportunidades se ponen delante, y que no son fáciles de coger, porque el contexto es muy mejorable. Pero entonces debes creer en ti mismo, estar seguro de tu capacidad, rodearte de un gran equipo de trabajo, y agarrarte a ello como si no hubiera un mañana. ¿Hubiera aceptado el Pipo el mismo reto en otro club que no fuera el Valencia? No lo sé, porque eso de hablar por otros sin estar en su pellejo es muy fácil, y muy barato.

Pero lo que tengo claro cristalino es por el Valencia no ha pestañeado. Decía yo el día del nombramiento que arriesgaba todo, y había quien me decía que no. ¿Que no arriesga? Si esto sale bien, puede tener futuro incluso aquí. Si sale mal igual ya no tiene otro banquillo en su carrera. Claro que arriesga, pero por encima de todo está su compromiso con este club, que nada tiene que ver con el dinero, que no le hace ninguna falta.