La improvisación como bandera en el Valencia 2023

El Valencia despedía 2022 de la peor manera, la derrota en Villarreal dejó un sabor muy amargo entre la afición pero la entrada del nuevo año hacía albergar esperanzas de cambio. De lo deportivo podemos decir poco, tras una honrosa eliminación en la Supercopa el equipo ya se ha despedido de la Copa y en Liga no ha vuelto a ganar. Se ha entrado en la zona de descenso y las perspectivas indican que el Valencia va a sufrir para mantener la categoría.

Pero en estas semanas se ha visto en escena el clásico manual de Meriton, aquel en el que mandan las decisiones caprichosas del máximo accionista y en el que se cambia de rumbo con una facilidad pasmosa. A Gattuso se le prometieron fichajes y no llegó ni un solo futbolista. El italiano fue ratificado pocas horas antes de que club y técnico tomaran la decisión de separar caminos. Se cerró el mercado sin incorporaciones y la elección de Voro; hasta final de temporada se dijo.

No se reaccionó en lo deportivo y Voro demostró en su discurso estar de paso, incapaz de levantar a una plantilla con la moral por los suelos y pocos argumentos futbolísticos. Nuevo viaje relámpago a Singapur del señalado Corona acompañado de Solís, con dos nombres sobre la mesa y poco tiempo para decidir.Rubén Baraja ha sido el elegido y tendrá que trabajar en un club en el que la improvisación es el manual del día a día; los resultados pueden maquillar el despropósito y al menos evitarían el desastre, pero no hay quien sepa de verdad el camino que puede adoptar la entidad en los próximos meses.