El Valencia tiene que haber cerrado ya un entrenador: otra cosa es absurda

Que el Valencia no tenga un entrenador, hoy mismo, en Paterna trabajando con el equipo, no tiene ningún sentido. Mi más absoluto respeto a Voro, al que le han dado por todas partes por ser un hombre de club y un tipo honrado, pero esta vez no es una misión para él. Porque no hay que llevar a una nave sin riesgo a puerto. Estamos en medio de una tormenta perfecto y, como no reaccionemos ya, nos al mismo carajo sin remisión alguna.

Hace falta un tipo que conozca la Liga, la plantilla, y sepa dónde vine a trabajar que esa es otra. Porque lo del último mercado supera cualquier cosa que hayamos visto hasta ahora, y no olvidamos ninguno que vivimos el verano de 2020, con la salida de medio equipo titular de una tacada y ningún fichaje para tapar los huecos que habían quedado. No me creo, porque no me lo puedo creer y no se lo debe creer él tampoco, que Corona no esté buscando entrenadores, o que al menos tenga a alguno muy controlado por si a alguien en Singapur le da por darse cuenta que vamos cuesta abajo y sin frenos, y que esa inercia la debe parar alguien que sepa de este negocio.

Voro no puede ni debe estar el sábado ante el Athletic, porque no es la solución a lo que tenemos ahora, para nada en absoluto. Tengo miedo y he sentido mucha vergüenza e impotencia viendo al equipo en Girona. Porque fue la nada cuando te estabas empezando a jugar media vida. Ese “yo no puedo hacer más” es revelador como la vida misma, y el Valencia, el de aquí y el de allí, Meriton o la madre que los parió a todos, debe reaccionar de una vez, porque nos vamos a la mierda. Y nosotros perderemos, pero nos levantaremos.

Ellos perderán más, y no tengo tan claro que lo vayan a recuperar. No entiendo nada, pero nada en absoluto, y la posición de Layhoon Chan, a quien tenía en mucho mejor consideración a todos los niveles, sin ser gestora de clubes de fútbol ni mucho menos, me deja más descolocado aún. Si no nos han dejado a nuestra suerte se parece mucho. Y eso da mucho pánico. Reaccionen, por el amor de Dios.