Cuando ser del Valencia es la única opción

No entiendo las discusiones tachando unos a otros de ser malos valencianistas, porque al final, hacemos bueno un asqueroso discurso

Toni Hernández | 14 ENE. 2023 | 00:04
Valencia CF

No entiendo la vida sin ser del Valencia. Es así desde que tengo uso de razón, y si Dios quiere, en este 2023 cumpliré ya 49 castañas, viendo acercarse el 5 de forma inexorable. Esa irracionalidad con el sentimiento valencianista viene acompañada de otra serie de cosas, que ni me hacen ni me hacen menos, porque siempre se es, sin condiciones. A lo largo de mi vida personal y profesional he estado de acuerdo, y no, con la gestión y las decisiones que se han tomado en mi club.

Y me he equivocado muchas veces, vaya que si lo ha hecho, pero jamás, nunca, he querido o forzado que al club le fuera algo mal. Porque eso sería de mal valencianista, de tipo que sólo busca sus propios intereses, y que esto le importa lo que le importa. Ha habido épocas en las que mis relaciones con los mandaban era malas, y el Valencia ganaba, y yo era feliz, porque eso está por encima de todo, y las alegrías que tengo en mis recuerdos valen un imperio.

Con Pedro Cortés, allá por el comienzo de siglo, me llevaba como el perro y el gato. “Me das más hostias que a Matusalén”, me dijo un día de forma literal, componiendo una frase raruna. ¿Alguien se imagina que yo hubiera deseado que el día del Barcelona, en las semis de Champions, hubiéramos perdido para poder decir que tenía razón?

Cuando en la cabina 23 del Nou Camp canté, al lado del gran José Luis Martín, “el Valencia finalista de la Liga de Campeones”, pensaba en cualquier cosa menos en quién mandaba. Porque ser de este equipo es la única opción, porque las cosas buenas que le pasan, nos suceden a todos, y que cada problema es algo propio, es algo personal. No aspiro a que nadie me entienda o esté de acuerdo conmigo, pero como cualquier otro valencianista, tengo todo el derecho a decir lo que pienso de forma libre. Faltaría más.