La madurez de Mamardashvili en el Valencia

Debemos darle espacio, aire, y sobre todo, entender que los procesos en el fútbol, como en la vida, llevan su tiempo

Toni Hernández | 09 ENE. 2023 | 00:01
Giorgi Mamardashvili

Debemos de tener paciencia con Mamardashvili en el Valencia. Esto es algo que llevo diciendo desde que empezó la temporada y quedó claro que el georgiano iba a ser el portero titular del equipo. Es un pedazo de guardamonte, de los que va a valer muchos millones de euros si un día alguien viene de verdad a por él, pero por su edad y experiencia, todavía le queda mucho margen de mejora. Es decir, que le falta cometer muchos errores para estar al nivel de los mejores del mundo, que es donde apuntan sus condiciones.

Su madurez, como en otros casos en este Valencia de ahora, va a tener que ser a toque de corneta, porque no hay más remedio, porque las cosas vienen así y porque ni tenemos otra opción. Y eso supone que el entorno tenga calma, paciencia, y vea lo que hay delante, es decir, un chaval muy joven, con un potencial como pocos en todo el mundo a sus años, pero que se tiene que moldear. Ha tenido varios fallos este curso, y también muchos aciertos de los que dan puntos, y conforme mengüen los primeros y crezcan los segundos, Mamar será mucho mejor portero. 

El trabajo que se viene haciendo con él en Paterna, especialmente de la mano de Ochotorena desde el primer día, será otro factor diferencial que va a valorar muy mucho a lo largo de su carrera. Pero los demás, los que estamos fuera, los que vemos los toros desde la barrera y de todo decimos que es fácil, debemos tener calma, no pedir lo que no se puede dar, no exigir lo que no tiene sentido hacerlo, y seguir confiando en un portero que puede ser uno de los mejores del planeta en no demasiado tiempo. Paciencia, mucha paciencia.