Jaume Domènech, mucho más que un capitán del Valencia

Jaume Domènech ya ha pasado a la historia del Valencia. No diré que es una leyenda del club, porque eso es otra cosa, otro debate, y nadie está afirmando tal cosa. Recuerdo por cierto que ese rango se está poniendo demasiado barato en los últimos tiempos, y eso tampoco tendría que ser así. Pero que el portero de Almenara ya está en los anales, y que pase lo que pase se queda en los libros de historia de la entidad, es tan cierto como que se subió al larguero en el Villamarín para celebrar el título de Copa del Rey de 2019.

Quien me conoce sabe que no soy objetivo, es mi amigo, lo quiero mucho, y en muchos aspectos no soy en absoluto neutral. Pero como lo que yo diga da lo mismo, o tiene mucho menos valor por esa relación personal, simplemente veamos a sus compañeros, a los de ahora y a los que ha tenido en los casi 10 años que lleva en el club. Que sean ellos, y sus entrenadores, los que digan quién es Jaume y qué representa. Y la razón por la que se sigue pidiendo que renueve su contrato, más allá del hecho puntual de la grave lesión que ha padecido.

No voy a entrar a discutir con nadie ciertas cosas, lo primero porque él mismo me lo ha pedido, y lo segundo porque, a estas alturas, ya debería saber que nadie cambia de opinión. Sólo sé que he visto a muchos jugadores en este equipo, que han seguido o que se han marchado, y el respeto y el cariño, y la ascenencia, que tiene Jaume en este vestuario, la he vivido muy pocas veces. Y ya son cerca de 30 años en este batalla y teniendo ante mis ojos poco menos que de todo. No sé en qué se pueden parecer Marcelino y Gattuso, creo que en casi nada, pero ambos han visto lo mismo, y bueno, en Jaume. Por algó será.