Dejar crecer al Valencia de Gattuso

El Valencia de Gattuso: paciencia y confianza a partes iguales. Dos palabras que en el mundo del fútbol no es que abunden especialmente, ya que nos hemos hecho hijos del aquí y del ahora, con ese estrés permanente en el que impera que las cosas deban salir rápido y a la primera. Además, nos acogemos a los ejemplos que salen bien y olvidamos los que llevan un tiempo, y eso nos agobia más a todos.

Recuerdo perfectamente, ahí están las hemerotecas, que en el primer año de Mateu y Marcelino, el objetivo marcado era Europa, sin más. Luego hicimos tal primera vuelta que la Champions se convirtió en poco menos que una obligación, pero fue algo que surgió, no que estuviera previsto. Este Valencia de Gattuso tiene trazas de equipo que puede hacer muchas cosas muy importantes, porque la base la tiene, hay talento, calidad y juventud, y a poco que la propiedad respalde el proyecto con fichajes y renovaciones (que de un tiempo a esta parte así viene siendo), lo podemos llegar a ver.

¿Cuándo? Ay amigo, esos son los misterios insondables del fútbol, los que de verdad le dan encanto, los que consiguen que este deporte, dentro de su notable miseria, también sea algo absolutamente maravilloso. Creo que va a valer la pena tener algo de paciencia, que nos van a dar muchas alegrías, pero hay que ser paciente, porque la calma en este caso va a ser algo que marque la diferencia entre el éxito y el fracaso. Estoy hablando de fútbol, no de los mundos de Peter Lim, y de nuestro Valencia, que al final es una de las cosas más importantes de nuestra vida.