Cuando el odio ciega y confundimos a Peter Lim con el Valencia

El Valencia no es Peter Lim, aunque Peter Lim sea el máximo accionista y sea el que decida lo que se hace en la mercantil, porque para eso posee en torno al 90% del capital social. Sí, ese que buena parte venidos hace unos años por cuatro perras y pagar unas vacaciones, pero casi mejor no hablar de eso, que luego encima alguna se cabrea. 

El bien del Valencia es una cosa, que además de ser intocable, no tiene nada que ver con el bien de Peter Lim. Aunque en alguna ocasión puede ir de la mano, y encabezonarse en lo contrario está muy bien, pero no tiene ningún sentido. Si el equipo va bien, es bueno parear Valencia. ¿Para Lim también? Pues claro, pero primero vamos nosotros, que dentro de 10 ó 15 años seguiremos aquí, algo que dudo mucho que pase con el multimillonario de Singapur.

Que se haga el estadio es bueno para el Valencia. ¿Y para Peter Lim igual? Pues claro, porque sus acciones valdrán más y las podrá vender por lo que él pretende, que de alguna manera es el plan que lleva persiguiendo desde que se empezaron a dar todos los cambios que estamos bien en la institución. 

Y si vamos a la Champions, ojalá, es bueno para el Valencia, y bueno para Lim. ¿Y nos va a venir mal que eso pase? Estamos perdiendo el norte, de verdad, y me quedo con una frase del presidente de la Federación Valenciana de Fútbol, Salva Gomar, que dijo la semana pasada: “si hay una plataforma de oposición valencianista diciendo que la RFEF corre el riesgo de presentar sede sin estadio… No será valencianista”.