Rubiales, el Valencia y los complots

“Rubiales le tiene manía al Valencia y va a por nosotros”. La máxima está totalmente extendida por el entorno del club, por algún sector de la opinión pública, y al mismo tiempo, pasada de perfil por otra parte de la misma. Lo que hemos vivido en los últimos días no tiene sentido, al menos para quien intenta ver las cosas de una forma lógica. A “Rubi” hay que conocerlo, y bien además. Yo hace muchos años que trato con él, y tengo claro que es un tipo muy especial, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Y le reconozco que ha cambiado el fútbol español, aunque todos los cambios a mí no me gustan, como me pasa con mucha gente.

¿Es el responsable de una campaña contra el Valencia? Campaña arbitral se entiende. No soy amigo de conspiraciones, porque son una explicación demasiado fácil de todas las cosas. Y creo que si la hubiera, no hubiéramos ganado la final de 2019, y a lo mejor no habríamos llegado a la de 2022. Porque si de verdad te quieren reventar desde dentro, ya puedes ser bueno y tener suerte, que te revientan. Lo de los audios y mensajes de su móvil es un tema muy delicado, pero mucho. Que se refiera, en su ámbito privado, a clubes de determinada manera, no es de recibo, pero tampoco es un delito.

¿Le caemos mal? Como a mí me hicieran presidente de la RFEF mañana, los del Madrid y los de Barcelona ya no dormían tranquilos una noche entonces. Y no habría que hackear mi teléfono vaya. ¿Le quito hierro al asunto? Le doy el que toca más allá de que pegar voces en determinado contexto puede ser más o menos populista y venir bien en un momento determinado. Rubiales ha buscado muchas broncas, porque es su carácter, pero también se ha ido a por él porque es un blanco fácil, por el mismo carácter. Lo que nos hizo con la Supercopa de España es de juzgado de guardia, y por eso el Valencia lo ha llevado a la justicia, como debe ser.

Y debe hacerlo hasta el final. ¿Nos “putean” los árbitros por eso? Nos pasan cosas raras, eso es así, pero ver conspiraciones es algo muy serio, pero mucho. Por cierto, usar también a Pablo García Cuervo, que no puede ser mejor persona, para justificar las posiciones de nadie, tampoco me parece de recibo, que al final estamos hablando de un currante, como somos muchos, que no puede ser responsable de los ataques que reciba su jefe. Como a mí eso me ha pasado otras veces, tengo claro lo injusto y lo perverso que es. Rubiales es lo que es, y no será yo quien lo niegue. Pero vamos a llamar a todas las cosas por su nombre.