El campo de todos los aficionados del Valencia

Podemos seguir debatiendo muchas cosas en las que encima vamos a estar de acuerdo, pero la casa de todos es intocable

Toni Hernández | 08 OCT. 2022 | 09:00
Nuevo Mestalla

Mestalla será la casa del Valencia siempre. Y aunque nos movamos al Nuevo en el corto plazo, está claro que esto no va a cambiar hasta al menos 30 ó 40 años, porque somos muchos los que nos hemos criado en la Avenida de Suecia. Nunca, jamás, veremos al Nuevo mejor que al Viejo, porque nuestra cabeza no lo va a aceptar, porque con mi padre y con mi abuelo yo iba al sector 8 del Luis Casanova, y eso no habrá fuerza humana que lo pueda alterar. Pero eso vive en mi corazón, no se va a mover nunca de ahí, y tiene poco que ver con las causas reales por las que nos tenemos que mudar a un sitio más grande, más moderno y mucho más explotable comercialmente que nuestro hogar de toda la vida.

Cuando nos rasgamos las vestiduras con el cambio y nos sentimos los más desgraciados del universo, aunque eso parece ser patrimonio sólo de unos pocos, podemos recordar que dos grandes de este país, el Athletic Club y el Atlético de Madrid, han estrenado casa, han dejado atrás la antigua (en el caso de los vascos databa de 1913), y no creo que les podamos discutir ni su arraigo ni su sentido de pertenencia. Pero hoy en día las cosas son distintas, porque igual que hace 30 años no hablábamos por teléfono por la calle con un aparato sin cables, no se puede tener un campo de fútbol que sólo genere dinero una vez cada 15 días. Porque las cuentas salen menos aún, y eso nada tiene que ver con Meriton.

El Nuevo Mestalla está en marcha mucho más de lo que nadie se pueda imaginar. Y eso es algo que se va a ir viendo en las próximas semanas, porque se ha entrado en la fase final para que se reprendan las obras. Mucho antes de que arranque la campaña electoral para las autonómicas y municipales habrá de todo, licencias incluidas, y la casa de todos los valencianistas será por fin una realidad que nos hará saltar de nivel económico, y no una pesadilla que dura más de 15 años y que ha supuesto uno de los mayores lastres financieros de la historia de este club.