Insisto: poner a parir a los jugadores del Valencia es lamentable

Lo de poner a parir a los jugadores del Valencia, sean quienes sean, buenos, malos o regulares, es algo que no he entendido en mi vida, no lo comparto de ninguna de las maneras, y algunas discusiones muy desagradables me han costado a lo largo de los años. Y algunos buenos amigos son testigos, porque es con ellos con quienes las he tenido.

No me entra en la cabeza, y mira que tengo un volumen como para que ahí dentro quepa casi cualquier cosa. Aunque como vengo diciendo hace varios días, esto ha tomado un cariz especialmente salvaje en los últimos dos años. Y las redes sociales han potenciado que algo tan desagradable sea como una especie de norma en la que prima la barra libre, algo sumamente peligroso.

Que si son malos, que si son cedidos, que si son jóvenes, que si quieren volver a sus equipos de origen, que si los mensajes que ponen, que si una vez uno dijo no sé qué, que si no saben qué es el Valencia… Me parece que le damos importancia a cosas que no la tienen, que no llevan a ninguna parte, y que lo único que al final consiguen es generar un clima muy desagradable.

Sólo quiero recordar las salvajadas que se leyeron de Gayá y Paulista la semana pasada, como si fueran dos cualquiera sin derecho a tener un mal día. Y eso que pasa sólo es culpa nuestra, de nadie más, no busquemos culpables más allá de nosotros mismos, que a alguno se le ven las intenciones con la luz apagada. Espero que aprendamos de lo vivido estos días. Bueno, realmente sé que no aprendemos nada, pero al menos que recordemos de vez en cuando que las cosas no deben ser así.