Priorizando el corto plazo para volver con los mejores

El actual Valencia no se puede comparar al club que conocimos en el pasado, no tiene sentido equiparar las ventas que se realizan actualmente con las que acontecían a principio de siglo, sobre todo porque aquellas operaciones servían para reforzar y hacer más fuerte al equipo mejorando posiciones necesitadas. Todos sabemos que ahora se vende por necesidad y supervivencia, y el club debe recurrir a cesiones o a contratar a jugadores de muy bajo coste para poder seguir adelante.

Al Valencia han llegado cedidos y seguirán haciéndolo, una política que a muchos no les gusta pero con la que si se acierta con los nombres hay opciones de competir. No son fichajes para pensar en el largo plazo pero por ejemplo si los futbolistas funcionan y están contentos siempre se pueden convertir en opciones de futuro. Veremos lo que ocurre con Samuel Lino o Nico González, y si finalmente Bryan Gil regresa a Mestalla (es la prioridad del jugador), pero el escenario cambiaría por completo si el Valencia fuera capaz de volver a Europa.

¿Difícil? ¿utópico para algunos? es posible, pero por supuesto que no es imposible. La confección de plantilla está pensada para competir de la mejor manera posible en el corto plazo y por ello el hecho de que estén llegando jugadores cedidos no debería convertirse en drama, hay que esperar y confiar en que Gattuso sea capaz de sacar el máximo rendimiento y eso sí, exigir al club que en la parte final de mercado se mueva bien para poder cerrar una plantilla decente que aspire a algo más que la zona media de la tabla.