La manera de poder vender el Valencia

Es tan sencillo que lo sorprendente es que no se renga claro algo tan evidente... si lo miras con un poco de perspectiva

Toni Hernández | 17 JUL. 2022 | 00:05
Mestalla

Explicar la forma de vender el Valencia empieza a ser agotador. Porque es tan simple, que uno se cabrea cundo es obvio que no se quiere entender. Partimos de la base innegociable de que nadie quiere aquí a Peter Lim y a Meriton. Perfecto, es lo que se han ganado estos dos últimos años con su gestión o lo que sea que hayan hecho en todos los apartados.

Igual que eso no tiene discusión, tampoco la tiene el hecho de la inversión por parte del máximo accionista, que a estas alturas ya deberíamos tener muy claro que no vende… en según qué condiciones, y según también a quién. La manera más evidente de solucionar este asunto, y eso también está en sus manos, es poner al club en valor. ¿Y eso cómo se hace? También es muy “sencillo”, aunque ahora toca poner de forma clara las comillas. 

El Nuevo Mestalla se tiene que poner en marcha, porque debe ser el motor económico del club en el corto y medio plazo. Y porque el hecho de tener una nueva casa va a permitir vender el solar del actual campo, con lo que una gran parte de la deuda neta que se tiene, sino toda, se podría enjugar con esta operación. El viejo plan de Juan Soler, ni más ni menos. Como esto corresponde al medio plazo, como poco, en paralelo y en el corto, lo evidente es que se deben tener las cuentas al día, no podemos perder 70 kilos en una temporada, y se debe hacer una plantilla que permita al equipo jugar en Europa, que es la forma de poder ingresar mucho más dinero.

En ese contexto, no sólo es que Lim venderá, es que vendrán a comprarle. Porque estamos como estamos, y todos sabemos la situación, al club siguen llamando fondos interesados en adquirir el paquete accionarial, pero de momento, siempre haciendo ofertas por debajo de la expectativa del poseedor de más del 90% de acciones de la entidad. Por cierto, esto, los políticos, al menos algunos, también lo tienen muy claro, que nadie se lleve a engaño.