Que todo en el Valencia de Meriton sea normal, todo, no es bueno

Normalizar este Valencia es algo que no podemos consentirnos. Aunque tampoco se debe confundir con analizar lo que tenemos delante y no lo que querríamos tener, que son dos cosas parecidas pero no iguales, y un terreno demasiado tentador para algunas cosas. No, el Valencia no puede tener un presidente invisible, no puede carecer de un portavoz con personalidad y que sea respetado, no puede estar buscando un director deportivo con el mercado en marcha desde hace muchas semanas, no debe estar representado por alguien que no tiene cargo oficial en la entidad (por mucho que, al menos a mí, nos parezca positivo que Layhoon Chan haya tomado el mando de las operaciones).

No, todo eso no es normal, no es correcto, no está bien, y no es propio de un club profesional del máximo nivel como es el nuestro. Que luego nos toque mirar con lupa lo que se hace desde este prisma, como digo, es algo distinto, porque si bien Layhoon no tiene cargo, es quien va a las reuniones, y de sus negaciones depende el futuro del Valencia en cierta medida. Debería al menos ser consejera, o incluso de nuevo presidenta, para que tuviera esa legitimidad moral y estética de la que estamos hablando. No conozco a nadie en la ciudad a la que esto le parezca bien, ni tampoco normal.

Pero sí conozco a muchos, yo mismo, que analizan las cosas que pasan en función de los hechos y no de los deseos. Lo mismo que tengo claro que, a pesar de lo que pueda haber escrito realmente, habrá quien quiera ver una defensa de Meriton estas palabras. No, todo lo contrario, es la rebelión contra una normalidad que no es decente, por muy acostumbrados que empecemos a estar a navegar en este tipo de aguas turbulentas.