La quiebra técnica del Valencia

Los números rojos son nuestra pan de cada dia hace muchos años, cuando Lim ni sabía dónde estábamos, y la fórmula siempre ha sido la misma

Toni Hernández | 03 JUL. 2022 | 00:03
Junta de Accionistas del Valencia

“El Valencia está en quiebra técnica desde el 1 de julio”. La frase se ha dicho muchas veces durante la última semana, y como no soy economista ni financiero, no voy a entrar a rebatir ese argumento, porque tampoco es mi trabajo, y si quiere, que salga el club y se lo cuente a la gente, que es lo que tendría que hacer. Simplemente voy a tirar de memoria y a recordar hechos y personajes, y situaciones, porque ahora resulta que es la primera vez en la historia que nos vemos en una de estas.

Y te tienes que reír. Peter Lim ha perdido 200 millones de euros en 8 años, este hecho es incuestionable, porque es tangible y contable. Y la diferencia estriba, que no es poca, en que si no se llega con venta de jugadores, que jamás debería ser la solución y es la fórmula que llevamos aplicando desde que tengo uso de razón, al máximo accionista le tocará volver a poner dinero, como préstamo, aunque sea participativo o como ampliación de capital, para poder equilibrar las cuentas.

Eso aquí no ha pasado en la vida, y hemos estado en esa causa de disolución tan manida muchas más veces de las que podemos ser conscientes. En 2004 se buscó a Bautista Soler, lo hicieron Manolo Llorente y Beatriz Delgado, para que no fuéramos a la quiebra a pesar de venir de la mejor temporada de todos los tiempos. Qué cosas… Y en 2008, señor Miguel Zorío, el Valencia del que usted era vicepresidente, llamaba a todos los prestamistas de Europa, a un 25% de interés, para que nos dejaran dinero y poder pagar las nóminas, entre otras muchas cosas.

Yo no justifico a nadie, que cada uno salga a pelear por lo suyo y dar la cara en lo que le toca, pero los discursos apocalípticos no están de moda, que ya se han usado muchas veces estos años, y el futuro del Valencia no pasa por eso, sino por encontrar un nuevo inversor que compre, y mientras, que el actual, siga pagando lo que falta por cubrir.