Cuando el Valencia perdió a Juan Roig

Su nombre vuelve a estar en boca de todos porque él sí ha tirado adelante un gran proyecto deportivo y urbanístico, sin cargo a nadie más que su bolsillo

Toni Hernández | 25 JUN. 2022 | 00:01
Valencia Arena

El día que el Valencia perdió a Juan Roig como máximo accionista debía ser declarado de luto. Lo digo completamente en serio, y además, enfadado e indignado. Su nombre ha vuelto a salir a la palestra estos días a cuenta del Nuevo Mestalla. Sí, no me he equivocado, del Nuevo Mestalla, porque mientras que queda claro que Peter Lim, por escrito, no tiene nada firmado sobre la terminación del futuro campo, y no tiene ninguna gana de hacerlo poniendo un euro él, Juan va a emplear en torno a 200 millones de euros para financiar el futuro pabellón multiusos que será la nueva casa del Valencia Basket, y una referencia a nivel mundial en cuanto a recintos cubiertos para albergar espectáculos.

La figura de Juan Roig suele ser usada a conveniencia, porque igual que ahora se le pone como ejemplo por esto, otras veces se le critica por otras cosas, pero siempre según sople el viento, que aquí somos capaces de cambiarnos 14 veces al día la chaqueta y seguir masticando como si tal cosa. Pero volviendo al tema de Juan, y lo he contado mil veces, el día que lo perdimos para el Valencia CF tiras por la borda muchas opciones de muchas cosas. Y curiosamente, fue “gracias” a que había genios que miraban a los Roig como si fueran a hacer un expolio en el club, a convertirlo en un cortijo, a llevarlo a la ruina.

“Esto no es Mercadona”, pusieron a las puertas de las oficinas que estaban entonces en la Senda de Senent. Ahora lloramos por no tener a Juan, o alguien como él (que en la Comunitat Valenciana no hay más, dicho sea de paso), y estaba aquí, es de aquí, del Valencia y con ganas y recursos para hacer mil cosas y no ponerse límites. El cabreo no se me pasa, ni se me pasará, y de eso ya hace bastante más de una década, que lamentablemente, hemos tirado a la basura. Mientras, el nuevo arena será la envidia de todo el mundo, y estará en la misma ciudad.