El Nuevo Mestalla no va a ser un problema para el Valencia

El ruido de sables ha descendido de forma brutal, por muchos motivos, y ahora ya no hay marcha atrás en muchas cosas

Toni Hernández | 22 JUN. 2022 | 00:05
Nuevo Mestalla

El Nuevo Mestalla va dando pasos, discretos, pero al mismo tiempo seguros. Y es que todo ese trabajo que hay hecho dentro del club, desde hace tiempo y por profesionales de primer nivel (porque ahí dentro se trabaja, aunque se haya dado por sentado que el personal va a pasar el rato), va viendo poco a poco la luz, y sobre todo, convirtiéndose en realidades legales, que a fin de cuentas es el destino de todo esto.

Los políticos valencianos (buena semana para hablar de ellos) y algunos periodistas que señalan a otros porque dicen que tienen intereses, y los suyos tampoco están claros, se han empeñado en hablar de un proyecto low cost, dando por sentado que ahí no habrá ni sillas, y montando un debate de bar sobre la capacidad que tampoco tiene demasiado sentido.

Sobre todo si te lo explican, porque ese es el gran debe del Valencia en tantas cosas, y además de la negligencia de Meriton, no se puede estar callado siempre ante todo. El Nuevo Mestalla es para 70.000 espectadores, porque toda la estructura, que ya está hecha, tiene el diseño para esa capacidad. ¿Que se va ampliar por fases? Pues esa es la idea del Valencia, que se explica muy fácil: el segundo anillo es hospitality, y también genera dinero. Y en cuanto se genere la demanda para esas capacidad, convertirlo en gradas apenas si lleva tiempo.

Todo eso está claro si quieres oír, pero si vas a unos máximos que sabes que no se van a dar de ninguna formal, todo es imposible. Y la ATE, esta u otra, debe estar viva, porque si un día viene un comprador, si el Valencia no tiene valor, se irá por el mismo sitio que ha venido.

Las cartas están muy marcadas desde hace mucho tiempo, pero aquí la partida se ha jugador en muchos sitios. Aunque repito, por enésima vez, el Valencia, EL VALENCIA, que no Meriton, tendrá su campo en marcha muy pronto, porque así tiene que ser, en primer lugar, por su propia obligación.