La reunión del Valencia con la prensa y las posiciones absurdas

No debemos ser amigos ni enemigos, simplemente informadores, y eso se hace estando donde se producen las cosas, ni más ni menos

Toni Hernández | 21 JUN. 2022 | 00:01
Sean Bai

Si el Valencia llama para una reunión, un periodista debe ir. No como si fuera un perrillo faldero, que eso es otra cosa, sino como lo que somos, los notarios de la actualidad, que decía al gran maestro García. Si no vas al origen, si no acudes donde toca, no puedes informar de la manera más correcta posible. Y no sólo eso.

Si el club te pone delante al director general para que dé explicaciones, la oportunidad la pintan calva para poder preguntar de forma directa sobre un montón de cosas claves e importantes. ¿Que no te va a decir nada? Pues como en el 99% de las entrevistas que se hacen ahora, pero está claro que no acudir no es hacer bien nuestro trabajo. No es una crítica a nadie, ni un elogio tampoco, porque si me preguntan ahora mismo quién ha ido y dejado de ir, no tengo ni la más remota idea.

Yo no estuve, eso es lo único que tengo claro, porque tampoco recibí invitación ninguna. Ni la pedí, claro. El gran problema, rondando el drama, de todo lo que ha hecho Meriton, es volar por los aires todos los puentes posibles entre la propiedad y el entorno. Y desde luego, los medios estamos metidos en esa ecuación, pero siempre sin perder de vista lo que somos: informadores. Debemos contar las cosas que pasan, no las que queremos que pasen, y ser rigurosos con ello, porque ahora esa labor puede ser más importante que nunca.

No somos liberadores ni salvadores, eso del palleter periodístico no tiene ni pies ni cabeza, lo diga quien lo diga, y se ponga como se ponga quien lo haga. No soy nadie para dar lecciones de nada, pero como soy periodista, como tengo 26 años de cuarteles, como soy libre para decir lo que quiera, doy mi opinión, porque creo que unos medios de ese estilo harían una sociedad mucho mejor. Igual me estoy haciendo mayor, todo puede ser, pero creo que no voy demasiado desencaminado.