La manifestaciones contra Peter Lim en el Valencia

Hace cuatro semanas de la imagen más icónica del valencianismo rebelde en años. Esa todo de Mestalla vacío mientras se jugaba el partido de Liga contra el Celta que cerraba el año, y la Avenida de Suecia con más de 10.000 personas clamando contra Meriton y contra Peter Lim. Y lo cierto es que se dan una serie de paradojas. Ha pasado de todo y han cambiado muchas cosas, como el presidente (gran responsable de muchas cosas por su particular manera de apagar incendios con gasolina, aunque siempre protegido por Lim), y el entrenador, lo que provocó primero una empatía brutal con él, y luego, cuando no destrozó a Meriton en su salida, una sensación muy extraña y hasta enfado en ciertos sectores.

Pero más allá de todo eso, si vamos a lo elemental, a lo importante, al fin real de esas manifestaciones, las que han habido y que las que faltan por haber, lo cierto es que estamos igual que estábamos. Y no, no es por culpa de quien las convoca y de quien las secunda, que aquí nos gusta más ver fantasmas que a mí correr maratones. Llevo diciendo mucho tiempo, pero pocos quieren escuchar, que todo ese movimiento social, sin dinero que lo respalde para comprar a Lim, va a nadar para quedarse en la orilla. Y me parece muy injusto, una putada vaya, porque es un esfuerzo que se hace desde el corazón y de forma desinteresada, y no puede tener ese castigo.

Pero es que si no hay nadie, de aquí (que me da que tiene cero opciones con Meriton) o de fuera, que se siente a negociar de verdad con Lim una posible venta del Valencia, las manifestaciones calentarán todo, se tendrá toda la razón moral del mundo, pero les seguiremos teniendo aquí, porque de una SAD no se puede echar a nadie con pañuelos blancos, aunque eso les haga estar cada día más incómodos. Y esta, aunque moleste, también es una parte muy importante de la realidad del Valencia.