Cuando en el Valencia se da crédito a “cualquiera”

El entorno del Valencia es algo muy complicado, muy difícil de definir, y casi imposible de descifrar. Y formo parte de ese entorno, con lo que hablo con conocimiento de causa, como cada uno de nosotros. No sé si es nuestro carácter, el calor, la paella o la naranja, pero está claro que somos la repera, y lo dejo en este término porque las palabras soeces hay que intentar no usarlas con frecuencia, por más que sean explicativas en grado sumo de lo que quieres decir.

Sólo en un contexto como este se puede entender que haya gente que, pasados los años y sin haber hecho absolutamente nada, o siga teniendo predicamento en gran parte del entorno, o cuando habla, por muchas estupideces que diga, siempre se le pone un altavoz para que llegue bien lejos. Es que no me entra en la cabeza, pero tiene que ser algo normal, porque sigue pasando, de forma cíclica, y además con las mismas personas, porque no tenemos ni el detalla de cambiar las caras, porque al menos, si van a decir lo mismo, que sean nosotros que no tengamos tan vistos y tan calados.

Y no escondo, porque hablo de mi opinión sin faltar al respeto a nadie. Que Juan Martín Queralt o Miguel Zorío, a quienes tampoco estoy comparando, siguen siendo referentes, explica por ejemplo que Peter Lim siga estando tan cómodo con el rancho ardiendo en llamas. Nadie me va a convencer de lo contrario, porque igual que me conocen a mí, yo conozco a todo el mundo en esta ciudad. No podemos darle crédito a todos, porque eso es una locura, y el simple hecho de que carguen contra Lim no les hace buenos, en absoluto. Porque aquí esperamos soluciones, no lucimientos personales como toda la vida, porque hablar y hacerse fotos está muy bien, pero “de forment, ni un grà”.