Cómo ganar la guerra a Lim en el Valencia

Pasadas algunas semanas de la última gran manifestación, lo cierto es que todo sigue igual, con lo que hay que cavilar mucho más

Toni Hernández | 12 JUN. 2022 | 00:03
Lim OUT

No sé cómo ganar la guerra a Lim en el Valencia, pero creo que tengo claro cómo no la podemos ganar. En la vida funcionamos por elección o por eliminación, y me atrevería a decir que, en la mayoría de los casos, es más por lo segundo que por lo primero. Desde el verano de 2019, y especialmente desde septiembre del 20 (cuando vendimos/regalamos a media plantilla y no vino nadie), es obvio que el clima social contra Meriton tomó una deriva que no entiende de vuelta atrás.

Lim y su gente no van a remontar esto de ninguna de las maneras, y lo saben, y el valencianismo de base se ha movilizado con todo lo que tiene. En 2 años se han dado 3 manifestaciones importantes contra el máximo accionista, la última en el partido que cerraba la Liga contra el Celta en Mestalla, y que dejaba la icónica imagen del campo con 6000 personas dentro y 10000 fuera protestando durante los 90 minutos.

Pasadas ya unas semanas, y con los audios de Súper y la clase política valenciana en pie de guerra, ha ido por el aire un peón peligroso por molesto, Anil Murthy, pero no ha ocurrido nada más. Esa es la realidad tangible, la que podemos ver, y que por mucho que nos pueda doler, es la que tenemos delante. A efectos reales, y que nadie se enfade, o que lo haga, pero no por decirlo sino porque es la verdad, no ha pasado nada. 

¿Podemos decir que la táctica que hemos empleado hasta ahora ya ha cubierto su etapa? Yo diría que sí, aunque es obvio que esa tensión social, ni puede ni debe bajar, porque al menos, que Lim y su gente estén incómodos, que sigan saliendo cosas en medios internacionales, que algún amigo del máximo accionista le diga, “ye, xiquet, ¿qué te pasa con tu equipo?”.

Llevo diciendo un tipo que sin el capital estamos muertos en la orilla, y eso sólo me ha supuesto insultos y menosprecios, que entiendo que están motivados por la importancia que sentimos todos. Y por algún imbécil clasista y racista ideológico, que de todo hay. Pero si se trata de cambiar las cosas de verdad, no vale con concienciarnos, que eso ya está hecho, sino que debemos dar un paso más. O mejor dicho, deben darlo los que pueden, porque cuando se habla de dinero, los aficionados no podemos hacer más.