El grave problema de comunicación en el Valencia

José Bordalás es historia y el técnico no ha querido tirar más leña a una hoguera demasiado extendida, el alicantino ha optado por un mensaje conciliador que no ha gustado en un sector de la afición pero que es totalmente entendible. Bordalás afirma que todo lo que pueda decir en este momento solo serviría para hacer daño y que ya habló cuando era el entrenador del equipo. Y eso es cierto porque a pesar de que nunca fue tan beligerante en las formas como Marcelino o Gracia, Bordalás sí reclamó en rueda de prensa la necesidad de que había que ayudar a la plantilla.

Lo que sí ha reconocido el técnico es que se va con la espina clavada de que no se le escuchara ni existiera la comunicación interna necesaria para construir un buen proyecto. El máximo accionista sigue con su retiro en Asia y hace mucho tiempo que no visita Valencia, pero lo peor es que tampoco hace demasiados esfuerzos por mantener informados y contentos a los profesionales que trabajan en el club. Nadie sabe qué intenciones tiene y tampoco es fácil de explicar qué buscaba comprando el Valencia a tenor de sus decisiones.

Es posible que a partir de ahora haya un cambio en la estructura pero a grandes rasgos el club va a seguir manteniendo su forma de trabajar. Sin comunicación interna ni implicación verdadera de Peter Lim va a ser muy difícil conseguir el éxito a medio o largo plazo. Bordalás ha sufrido de lleno uno de los grandes déficits de este Valencia CF.