Vender a Cillessen, Guedes y Maxi como primer paso del Valencia en el mercado

Veremos qué pasa ahora con el jugador luso, porque es de Mendes y Gattuso lo quiere, pero si Lim no pone dinero...

Toni Hernández | 05 JUN. 2022 | 00:03
Jasper Cillessen

El Valencia debe cerrar este mes 3 ventas claves para poder ir al mercado de fichajes con algo más que una caña. Y es que sabemos que se debe vender por unos 70 millones de euros, pero además, reforzar a un equipo que con todos ya tenía carencias. Imaginemos con varias piezas clave fuera. Estos 3 jugadores tienen pendientes nada menos que 34 millones de euros en amortizaciones, siendo el holandés y el uruguayo dos de las peores operaciones económicas y deportivas de la historia reciente de la entidad.

Hay que sacar lo máximo posible por los 3, pero apretando como si no hubiera mañana, porque son la base para muchas más cosas que vienen después. Guedes es la joya de la corona (aunque vamos a ver qué pasa ahora), y el precio por el que debe salir el luso, como poco, son 40 millones de euros. Al PSG hay que pagarle el 25% de la plusvalía por encima de esos 40, con lo que igual es más rentable y “fácil” moverse en esas cantidades.

Estamos más que nunca en manos de Jorge Mendes, porque ese tipo de traspasos están a la altura de pocos equipos, y el súper agente portugués controla a varios de ellos. Con el portero tenemos el drama de su edad, sus lesiones y sus últimos años. Conseguir 2-3 millones de euros puede ser hasta casi un milagro, con lo que aquí parece que estamos abocados a pérdidas, y no pocas. Y en el tema de Maxi andamos un poco igual.

Por edad y potencial lo pueden querer muchos, pero después de sus temporada en Mestalla, pensar que se puede cotizar en los 25 kilos que pagamos nosotros entre dinero y Santi Mina parece una milonga a altas horas de la madrugada. Pero ellos 3 son un lastre financiero, y en algún caso deportivo, que el Valencia se tiene que quitar de encima sea como sea. Y aún así tendríamos muchos problemas, y pasaríamos a la fase de Diakhaby, Soler y Gayà. Donde mires hay malas noticias, no cabe duda de ello.