El Valencia no puede estar buscando entrenador, es absurdo

Si José Bordalás no es el entrenador del Valencia 22/23, para matarnos. Lo digo como lo pienso y como lo siento, y eso molesta a alguien, pues ya lo siento, pero todos tenemos derecho a decir lo que pensamos, y todos, incluye a quien suscribe. Las dudas del entorno me han parecido marcianas, y tengo claro que el técnico alicantino ha cometido errores y se ha equivocado en cosas, pero la balanza es muy positiva a su favor, y no entiendo algunas actitudes, especialmente viendo que el final han quedado por delante de ti todos los que eran objetivamente mejores, exceptuando quizá al Athletic de Bilbao, al que por otra parte eliminaste con toda justicia en una semifinales de la Copa del Rey.

Que podemos jugar mejor es obvio, que podemos defender mejor, lo mismo. Que se podía tener un equipo mucho más partido al estilo de juego y fútbol que pretende Bordalás, indiscutiblemente lo mismo. El año ha sido malo porque quedar noveno nunca es bueno para un club como el nuestro. Pero si analizamos nuestro potencial real, está claro que no se ha terminado en una posición que no fuera la que es muy posible que nos correspondiera por todo. Y repito, todo ello con un equipo que dista mucho de lo que él busca, que no lo podemos olvidar. Si las dudas vienen de Meriton o de Peter Lim, algo de lo que se viene hablando en algunos medios desde hace unas semanas, todavía loe entendería menos.

Bordalás ha sido el mejor ejecutivo de la entidad en el último curso, cargando con responsabilidades que no le tocaban ni por asomo, y salvando el trasero a todos en más de una ocasión. ¿Que también se ha calentado y que ha ido todo por el aire o daba esa sensación? Todos somos personas, y la presión de un Valencia se tiene que soportar todos los días, y en el caso de Bordalás, incluso solo ante el peligro prácticamente siempre. Si todos fueran sensatos, que ya es ser positivos en todo, no sólo el entrador sería el mismo, sino que ya tendría algunos de los refuerzos que todos sabemos que hacen falta y que él mismo ha pedido.