El día que todo el mundo en Valencia dirá "Lim go home"

S esperan miles de personas protestando en la puerta de Mestalla, o dentro, o en casa, pero el mensaje está muy claro por parte de todos

Toni Hernández | 21 MAY. 2022 | 00:02
Lim go home

El valencianismo le va a volver a decir a Peter Lim que no le quiere aquí. No es la primera vez, ni la segunda, y mucho me temo que no será la última, porque el recorrido de Meriton en el club y en la ciudad hace mucho tiempo que se ha terminado. No hace falta que lo diga yo, ni que lo diga nadie, es algo evidente, que especialmente es palpable en el mundo de los hechos, más incluso que en el de las palabras. Los audios de Anil Murthy han sido una especie de puntilla a todo, pero más que por el contenido en sí, que en general no nos puede sorprender a nadie, porque no haya tenido ningún tipo de repercusión en el corto plazo de tiempo.

Se insiste en el rumor de que Lim anda pensando si saca la catana con el presidente o no, pero sólo el hecho de que siga en el cargo pasados ya unos días, aquí, a nosotros, nos hace tirarnos las manos a la cabeza. El entorno ya está cansado, incluso más que harto, y como ese rollo de la distancia y la desafección ya sabemos que es mentira, porque no se sostiene, este sábado se va a volver a movilizar. Que se proteste mucho y bien fuerte, y de forma ininterrumpida, es lo que procede en un día como este, en una situación como esta.

¿Que lo mejor es hacerlo fuera? A mí no es lo que más me gusta, yo soy partidario de hacerlo dentro, pero si la mayoría entiende que debe ser así, lo que no tendría sentido es que todo el mundo no hiciera lo mismo. Lo que está claro es que Murthy, Meriton, Lim en definitiva, han conseguido poner a toda una ciudad de acuerdo en algo, y eso, aquí, es poco menos que misión imposible. Y aunque sigo diciendo que sin comprador no tenemos nada, y que la propiedad no se puede, ni se debe, quedar de brazos cruzados, hoy va a ser un día muy complicado para ellos, porque se haga lo que se haga, la repercusión va a ser fuerte, mucho, y eso, aunque vivas a 12.000 kilómetros de distancia, no le hace gracia a nadie.