Cuidado con las lecciones de valencianismo

Mucho me temo que vamos a asistir a muchas lecciones de valencianismo estos días. Gente dando clases de moral, diciendo lo que está bien y lo que está mal, señalando, coartando… Las protestas de todo tipo, siempre dentro del sentido común, me parecen bien, porque parto del principio de libertad de expresión, que es algo sagrado y que deberíamos tener todos intacto. Otra cosa es que luego estés de acuerdo o no con el tipo de protesta, y tú hagas otra, o no hagas ninguna, que todo vale. La iniciativa de Libertad VCF, respaldada por varios medios de comunicación, me merece todos los respetos del mundo.

Dejar Mestalla vacío mientras se juega un partido es una imagen con una fortaleza visual que no se puede negar. Ahora bien, “obligar” a todo el mundo a que sea así, a cuenta de ser poco menos que perseguidos si no lo haces, es es una linea que no se debe pasar de ninguna de las maneras, porque entonces habremos perdido el respeto, y con eso, todo lo demás. Aquí no hay valencianistas buenos y malos, no le demos la razón a Anil Murthy cuando dijo aquello de los falsos aficionados, sino gente que esto lo entiende y lo siente a su manera.

Para que tampoco haya dudas, no soy partidario de dejar Mestalla vacío, porque mi cabeza valencianista no lo entiende, no lo asimila, y tengo claro que el último día del año es cuando se reparten las notas, y que este curso ha sido lo que ha sido, y que hay que decirle a la propiedad lo que se piensa, pero no concibo que sea de esa forma. Si durante 90 minutos hubiera carteles amarillos y el personal estuviera gritando “Peter vete ya” lo vería mucho más lógico, más con mi forma de pensar, pero sólo es mi opinión, no una verdad inexorable. El que se quede fuera, fantástico. El que entre y grite, fantástico. El que entre y se calle, fantástico. El que no vaya, fantástico. Nada hará más valencianistas a uno y menos a otros, y que por favor, todos se ahorren lo de dar lecciones, que ya somos todos muy mayores para ciertas cosas.