Peter Lim, ¿qué vas a hacer con el Valencia?

Lo único que me preocupa es lo que pueda estar pasando por la cabeza del máximo accionista, porque es lo único importante

Toni Hernández | 17 MAY. 2022 | 00:01
Peter Lim

Señor Peter Lim, ¿qué demonios piensa hacer usted con el Valencia? Usted, y sólo usted, porque es el máximo accionista, quien tiene el control quien pone y quita a los puestos claves, quien permite seguir como presidente a Anil Murthy, quien da los famosos OK y quien deja de darlos. Yo he sido presidente de un equipo con un propietario, y se puede trabajar perfectamente de este modo, pero haciendo las cosas bien y con cabeza. ¿Usted qué quiere? Porque es posible que hayamos equivocado la forma, que nos estemos confundiendo, que la primera pregunta debiera haber sido esa. Intuyo que ya no quiere estar aquí, su empresa, porque usted hace mucho que no viene entre pandemias y otras cosas, y que esto le resulta ya un quebradero de cabeza en el que incluso parece que quiere involucrar a su hijo, señal de que algo pasa que se nos escapa.

¿Que no estoy en lo cierto? Le aseguro que nada me haría más feliz que estar equivocado al respecto, que todo lo expuesto anteriormente fuera una enorme metedura de pata, que me pudiera cerrar la boca de forma contundente. Pero primero, usted no habla, ni deja que hablen los suyos, y cuando se les pilla en ello, como a Anil Murthy, el incendio que generan es mucho mayor que el provocado por su gestión. La respuesta del club no puede ser un comunicado, porque no tiene sentido, porque han perdido toda la credulidad, y porque lo que mandan son los hechos, no las palabras.

Le repito, y no es la primera vez que se lo digo, ¿qué quiere hacer con nosotros? ¿Que desea a cambio de poder marcharse? ¿Qué precio tiene el Valencia para usted? Luego nosotros debemos ver si es posible hacer frente a todo esto, que esa será otra guerra, pero nuestra, no suya. Que alguien diga algo, que alguien haga algo, que no seamos el club de los comunicados y las burradas constantes, porque da mucha vergüenza, mucha, y llega un punto en el que no se puede soportar más, porque tiene la pinta de una tomadura de pelo en nuestra cara, y eso no se puede consentir de ninguna de las maneras. Haga algo, por el amor de Dios, lo que sea, pero haga algo.