El nuevo Valencia se debe basar en José Bordalás

Si se cree en él, más allá de contrato, el camino que se debe seguir es tan sencillo como claro por parte de todos

Toni Hernández | 13 MAY. 2022 | 00:02
José Bordalás

El Valencia 22/23 debe ser made in José Bordalás. Pero 100%, sin ambages, sin medias tintas, sin un “sí pero no”. En definitiva, que no se puede dar lo del año pasado, porque hay que completar el proceso iniciado la campaña anterior. Tenemos que asumir muchas cosas, entre ellas las quejas que se puedan escuchar en cuanto al estilo, tanto desde fuera como desde dentro, que el técnico alicantino no sólo tiene haters lejos de Mestalla. Se han escuchado acusaciones de que se debe proponer mucho más, que no podemos jugar así, que hay ser más ofensivos, arriesgar más…

No pongo en duda ninguno de esos argumentos, pero lo que no tiene sentido es “descubrir” ahora a Bordalás, que tiene una forma muy concreta de entender este juego, de aplicar su forma de vivirlo, y con la que se puede estar de acuerdo o no, pero no cabe duda de su porcentaje de éxito. No tenemos al mejor Valencia de todos los tiempos, ni mucho menos, y nos hemos quedado a una tanda de penaltis de ganar la Copa del Rey, y aunque pueda parecer marciano, se ha quedado matemáticamente fuera de Europa vía Liga casi al final… haciendo una segunda vuelta mucho más que floja. Él quiere jugar de un modo muy concreto, muy preciso.

Y para eso hacen falta unos perfiles que ahora mismo no se tienen, especialmente en el centro del campo, pero también en defensa (un central distinto a los que se tienen), y en banda de corte ofensivo, porque la idea, su idea, sigue siendo la de jugar con dos delanteros centros (pensando que Guedes no estará aquí el año que viene, cuestión de la que tendremos que hablar con mucha calma en los próximos días). Si se confía, si se le apoya, si se cree en él, ha de ser con todas las consecuencias, aceptando todo, y eso siempre son muchas cosas. Quien suscribe estaña dispuesto a calarse el casco y la bayoneta, a sufrir partidos que se pueden hacer largos, a formas de entender el juego que pueden ser muy duras… porque cuando juega mi equipo lo único que me vale es ganar, y en este caso, el fin siempre va a justificar los medios.