Los culpables de la actual situación del Valencia

Está claro que lo importante es el presente, pero si no entendemos de dónde venimos, podemos volver a equivocarnos de nuevo

Toni Hernández | 12 MAY. 2022 | 00:03
Valencia CF

¿Quiénes son los culpables de que el Valencia esté como está? La pregunta es muy amplia, pero mucho, y no exime de ninguna responsabilidad por su gestión actual a Peter Lim, faltaría más. Pero si no se conoce y se entiende todo el proceso, primero podemos caer en errores muy graves en cuanto al análisis, y segundo, podemos cometer los mismos fallos que nos han traído hasta aquí. A Meriton nos lo vendieron como la reencarnación del proyecto del PSG o del Manchester City (por cierto, ambos siguen reñidos con la Champions y no la han ganado aún), y Lim no iba de ese palo de ninguna manera.

¿Él dijo que sí? Tendrá que decírnoslo quien hablara con él, porque públicamente eso no está más que en la boca de dirigentes del club contemporáneos. El Valencia lleva viviendo por encima de sus posibilidades toda la vida, no es algo nuevo, pero es cierto que entre finales del siglo XX y principios del XXI se llega a momento de máximo apogeo. Los éxitos deportivos pasan una factura que no se puede pagar, y con el Doblete caliente encima de la mesa, Manolo Llorente y Beatriz Delgado buscan a Bautista Soler en 2004 para que le salve el trasero a la entidad. Lo hace, pero pone al frente a su hijo Juan junto con Vicente Soriano, y poco menos de 4 años más tarde tocamos fondo, con un estadio por acabar, unas parcelas por vender, y sin poder pagar las nóminas. 

Y buscando prestamistas por Europa para poder hacer frente a todo. Miguel Zorío, sino sufre amnesia, lo recordará bien, puesto que por sus manos pasaban los contratos. Paco Roig tuvo su incidencia con las obras de Mestalla, que dieron muchos ingresos pero costaron un dinero que no se tenía, pero es obvio que los delirios de Juan Soler, apoyado por un PP que controlaba el Valencia, fueron los que dejaron el club a los pies de los caballos. Tampoco es menos cierto los activos que se dejaron, como Silva, Villa o Mata, con los que se consiguieron 100 millones de euros que taparon muchos agujeros y muchas vergüenzas. Después vino la época oscura, con el entre acto de Juan Villalonga y la vuelta de Llorente de la mano de Bankia, el préstamos irregular a la Fundación y la exigencia de tener que pagar la deuda por encima de lo que le viniera bien al club, que era ir a concurso.

Ese préstamos nos mató, nos dejó a expensas de los políticos, y nadie devolvió jamás un céntimo, aumentando cada año los intereses. El principal se firmó en 72 millones, y Lim tuvo que pagar más de 90 para zanjarlo. Matamos la gallina de los huevos de oro, vendimos nuestras acciones a 600 euros para pagar unas vacaciones, y le entregamos nuestra alma al diablo. Lim ha gestionado muchas cosas que parece el enemigo, ha puesto a gente, como Murthy, que no puede ser representante del Valencia, pero paga a los bancos y a los proveedores, algo que aquí no ha sido norma. No justifico todos los desmanes, mejor que se vayan hoy que mañana, pero dejemos claras las cosas, porque si no sabemos de dónde venimos, no sabremos dónde ir.