¿Qué debe hacer el Valencia, probar o insistir?

Los tres centrales es algo impuesto por las circunstancias, pero cabe preguntarse si eso es algo definitivo o puede cambiar

Toni Hernández | 07 MAY. 2022 | 00:02
Omar Alderete

¿El Valencia de José Bordalás debe cambiar el sistema de juego? El técnico alicantino es un enamorado del 4-4-2, y aunque aquí lo ha intentado desde el primer día, lo cierto es que las carencias de la plantilla en determinados puestos le han obligado a amoldarse a otras opciones. Para poder dibujar en el verde lo que él quiere, amén de un medio centro defensivo que no tenemos, el juego por banda se antoja como algo primordial, y en ese aspecto tampoco es que andamos sobrados precisamente. A medida que han pasado las jornadas, y viendo que la sabría defensiva del equipo no había forma de curarla, se ha acabado mandado a un sistema en el que imperan 3 centrales, que lógicamente, acaban condicionando al resto del equipo.

Esa forma de jugar incluso ha robado protagonismo y minutos a Bryan Gil, la gran petición de Bordalás en el mercado de enero, que aunque puede actuar de carril largo por la izquierda, o interior en los 3 que van por dentro, está sacado de sitio y se nota en su rendimiento y en lo que puede aportar al equipo. Tampoco hay un banda derecho claro, porque Hélder Costa ha sido borrado de la faz de la tierra, y o se recurre al doble lateral, o no hay nada que hacer.¿Pero el Valencia del año que viene va a jugar de esa misma forma? La pregunta podemos decir incluso que tiene trampa, porque ahora mismo nadie es capaz de poder decir si van a venir los refuerzos que hacen falta y que se han pedido por parte de la dirección deportiva y del propio entrenador.

Si hay fichajes en banda y en el centro del campo, es posible que nos olvidemos de los 3 centrales, pero si eso no pasa, es obvio que no lo podemos descartar de ninguna manera. De todas las maneras, si le podemos sacar algo de provecho a los partidos que quedan es para ver qué se debe y qué se puede hacer el año que viene, porque está claro que no podemos fallar más veces, que Europa debe dejar de ser algo muy lejano, y para eso hay que cambiar tal cantidad de cosas que más vale ponerse en marcha y no enumerarlas, porque vamos a terminar con muy mal cuerpo.