El trabajo de Miguel Ángel Corona en el Valencia

Se le atiza con total desconociminto, cada uno sabrá la razón, y analizamos muy poco el trabajo hecho y el equipo técnico formado

Toni Hernández | 05 MAY. 2022 | 00:04
Murthy y Corona

La labor de Miguel Ángel Corona al frente de la dirección deportiva del Valencia es algo que merece una reflexión pausada, y a ser posible, sin que nadie meta basura personal para poder explicarla. Lo cierto es que todos saben quién es, pero muy pocos le conocen. El club no ha estado tampoco inteligente para poner en valor su figura, porque ni lo ha presentado si quiera ni tampoco le ha permitido hacer una sola comparecencia pública para poder explicar lo que se hace en cada mercado. Eso ha marcado una distancia poco menos que insalvable, amén de la inquina personal que se le ha cogido porque eso ha venido bien al relato. Es un empleado del Valencia, como todos, y tiene como jefes a la gente de Meriton, como todos, pero él, a diferencia de los demás, es tildado de “esclavo” por decirlo de alguna manera y que no sea especialmente grosera.

Claro que hay una dirección deportiva en el club, y claro que se trabaja, se ven partidos y se hacen informes. Resulta absolutamente marciano que podamos plantear lo contrario, aunque repito, eso puede venir muy bien para seguir sacudiendo a los gestores, que se lo ganan todos los días porque muchas veces parece que los dirija el enemigo en lugar de estar de nuestro lado, que es algo que no se puede entender por muchos esfuerzos que se hagan para ello. Corona ha sido un daño colateral, un elemento que ha venido bien en un momento dado, lo que no deja de implicar que se haya cometido con él una injusticia que no venía a cuento. Se prodiga poco o nada con periodistas, otro de los males endémicos que se tienen por estos lares. Es como si nos debieran pleitesía, como si nos tuvieran que rendir cuentas de su trabajo para que nosotros demos el visto el bueno.

Y claro, si no lo hacen, o cometen el error de hablar con alguno y no con todos, y el resto se entera, no hay piedad posible para esa persona. Corona lleva más de dos años trabajando en el Valencia más complicado de la historia, porque la propiedad ha parado innumerables operaciones que estaban hechas y pactadas con clubes y jugadores, que eso se cuenta poco. Luego está el tema de la dignidad con el sueldo de los demás, “si no pinta que dimita”, como si fuera fácil llegar a trabajar en una entidad como esta o si lo regalaran en el quiosco de la esquina. Hay un trabajo, que no es pequeño, que es de mucha gente además. Que no tenga el brillo que todos quisieran no es culpa de los profesionales que lo llevan a cabo, que nadie se lleve a engaño por muy tentador que eso pudiera ser.