Otra semana clave para el Valencia y el Nuevo Mestalla

Vamos a entrar en otra semana clave para el Valencia y el futuro del Nuevo Mestalla. Sí, esto es como el día de la marmota pero sin el como, porque no sé cuántas veces hemos dicho esto en los últimos años, pero ahora está claro que todo ha tomado un cariz muy distinto. El proyecto del estadio existe, se puede tocar y hay algunos privilegiados, especialmente políticos pero no sólo ellos, que lo han podido ver. Se han contado unas cosas y otras no, y en hay asuntos en los que se ha dicho sólo parte de la verdad, porque al final, el relato es el relato y cada uno tiene sus propios intereses en esta historia. 

El Valencia se sigue moviendo, porque bueno o malo, tiene un plan, que saben todos, pero que repito, cada uno cuenta de la manera que mejor le viene. Hay avales por valor de más de 80 millones de euros, y faltan unos 30 para completar la obra incluyendo la cubierta. Nada nuevo bajo el sol. La entidad está intentado que un tercero externo se haga cargo, a cambio de una fuente de negocio para todos, pero eso no es óbice para que se siga con todo al mismo tiempo. Por eso mismo se está preparando toda la documentación para solicitar las licencias con las modificaciones, algo que resulta indispensable para poder seguir trabajando e iniciar las obras después de verano, que es el gran objetivo de todos.

Se diga lo que se diga, que aquí las apariencias también van a jugar un papel destacado. Además, Anil Murthy tiene programadas para hoy varias reuniones, acompañado de Mark Fenwich, aunque confío en que lleve a esas charlas algo más que palabras y un arquitecto de prestigio, porque sólo con un discurso no vamos ni a la vuelta de la esquina, tengamos eso claro. Hay mucha gente en el club trabajando para el futuro estadio, mucha, y muy buena, que necesita, eso sí, el respaldo de la propiedad en temas esenciales, porque sin eso están tan vendidos como en la parte deportiva, no nos podemos engañar. Está claro que hablamos de Meriton, con todo lo que eso conlleva, pero nos guste más o menos, el Valencia está en sus manos y dependemos de sus acciones. Y en esto, como en tantas otras cosas, no nos podemos permitir el lujo de fallar.