¿La falta de oficio y jerarquía penalizó al Valencia?

Los grandes equipos deben ser un compendio de jugadores experimentados y otros que tengan la chispa de la juventud y voluntad de crecer. Podemos decir que el actual Valencia tiene mucho de lo segundo pero durante toda la temporada le faltó aplomo en los momentos clave, algo que choca con la filosofía y propuesta que busca Bordalás en sus equipos. No han sido pocas las veces que el técnico señaló que a sus jugadores les faltó oficio. En muchos encuentros no hubo control y se escaparon encuentros como el inexplicable 3-2 del Wanda.

Pero también en la final se pudo comprobar que para ganar finales hay que aprovechar momentos específicos donde los nervios y la cabeza juegan un papel primordial. En la tanda de penaltis Musah lanzó por la borda las esperanzas del valencianismo, pero tampoco Mamardashvili fue capaz de parar un solo lanzamiento a los futbolistas béticos, que demostraron mayor templanza; solo hay que ver la edad de los lanzadores de uno y otro equipo. La final se decidió por detalles muy pequeños pero el Valencia no supo aprovechar las dudas que le entraron al conjunto de Pellegrini cuando el partido avanzó e incluso la afición del Betis fue apagada por completo por la del Valencia.

En definitiva, y analizando solo la plantilla actual sin contar las salidas que se van a producir, podemos afirmar que este Valencia tiene grandes jugadores y podría convertirse en un conjunto competitivo si se mantuviera el bloque actual y se ganara en el "famoso oficio". Lamentablemente cada vez está más claro que varios de los jugadores importantes abandonarán Mestalla, Bordalás tendrá que construir un nuevo Valencia y de poco servirá el aprendizaje de esta campaña.