Mecanismos y efectividad en el ataque del Valencia

Desde que se sufrió la goleada 1-4 ante el Barcelona se ha visto a un Valencia infalible en defensa. El equipo está sincronizado y los resultados nos muestran a uno de los mejores equipos del campeonato en cuanto a contención, principalmente jugando con defensa de tres los de Bordalás han encontrado su mejor versión. Pero la realidad también nos muestra a un equipo con demasiadas dificultades a la hora de crear fútbol de ataque. No es tanto un problema de eficacia sino que está relacionado con la pérdida de mecanismos para producir, sobre todo cuando no se pueden aprovechar los espacios y la velocidad.

En parte sorprende que Maxi Gómez le esté quitando tanto espacio a Hugo Duro, se esperaba que el madrileño tuviera más descanso pensando en la final pero lo cierto es que Maxi parece el preferido por el técnico. Esta decisión no se ha traducido en una mayor producción goleadora, y es que desde que el Valencia ganó 2-1 al Cádiz en la Copa el Valencia tan solo fue capaz de marcar más de un gol en un solo encuentro, el triunfo frente al Granada.

Estos datos se salvan gracias a la perfección defensiva, pero son números que obligan al Valencia a caminar siempre al filo del precipicio y que en partidos en los que Guedes no está inspirado prácticamente condenan al equipo. El pasado domingo se pagó y aparecieron las carencias, no se hilaron verdaderas ocasiones de gol a pesar de que en el segundo tiempo el Valencia tuvo balón cerca del área. Los delanteros y los futbolistas de segunda línea deben dar un paso al frente y que esto no repercuta en la nueva versión defensiva del Valencia. Bordalás sigue trabajando en ello.