El equipo y un ambiente explosivo en torno al Valencia

Opinión/ El Valencia se juega la temporada en las próximas semanas en medio de un ambiente explosivo en el entorno, Bordalás y los suyos están centrados en el trabajo

Jose Hernández | 01 ABR. 2022 | 09:00
Afición del Valencia

A ojos de cualquier aficionado neutral se podría pensar que el Valencia CF se encuentra en una situación crítica a tenor del ambiente enrarecido que le rodea día a día. Vayamos por partes: el equipo está en una situación mejor que en las dos temporadas anteriores y muy cerca de conquistar un nuevo título. Si se gana la copa hablaríamos de momento histórico en lo deportivo ya que el club tan solo ganó dos copas del rey en lo que llevamos de siglo.

Sería una buena noticia para intentar crecer aunque esta situación no taparía la mala gestión de la propiedad y la necesidad de dar un giro en la política que reina en el Valencia. Reconociendo este escenario, también debemos afirmar que la guerra permanente que rodea al valencianismo por todos y cada uno de los asuntos relacionados con la entidad parece exagerada y no hace ningún bien al equipo. La opinión y la crítica es libre, ocurre en todos los clubes pero en Mestalla todo se magnifica. La pelea con las instituciones por el nuevo estadio y los juicios sobre el proyecto ocuparon las horas durante la pasada semana, justo el tiempo suficiente para que estallara un escándalo nuevo con el reparto de las entradas.

El Valencia eligió un criterio que evidentemente no puede contentar a todos. Hay quien defiende que el club no ha tenido transparencia pero de la misma manera está claro que cualquier camino elegido habría venido acompañado de una lluvia de críticas por parte de los no agraciados con entrada. El Valencia CF sigue siendo un club con mala suerte en cuanto a sus gestores pero en ocasiones con una masa social (o al menos una gran parte de ella) volcánica y difícil de contentar. Y aquí no recurrimos al manido tópico de que Mestalla exige demasiado al equipo (la afición llega al sobresaliente en apoyo), sino a la sorprendente facilidad para crear guerras y ver demonios en temas más bien cotidianos.